martes, 10 de mayo de 2011

Quiero Al Mejor.Desayuno de trabajo en la Universidad de Alicante

Por Teresa Bañón. Consultora de Equipo Humano

QUIERO AL MEJOR
Necesitamos incorporar a una persona en nuestra empresa, y ¡queremos al mejor!.
Empezamos por definir el perfil del “mejor” y tenemos varias posibilidades:
·         Buscar el mejor cv, ahora que tenemos tantos candidatos.
·         Buscar a ese que tiene la competencia y que es un crack.
·         Buscar “al mejor”.
Y es que los “mejores” no son más que aquellos que pueden desatar todo su potencial y  todo su talento dentro de nuestra organización.
Cuando decidimos poner en marcha un proceso de selección acostumbramos a pensar únicamente en los conocimientos y en la experiencia, que debe tener esa persona para entrar a formar parte de nuestra empresa. Si somos capaces de ampliar nuestro campo de mira, cobrarán importancia y pondremos en valor otras habilidades o competencias que nos gustaría que tuviese nuestro futuro “nuevo mejor”, como por ejemplo; que sepa trabajar en equipo. Entonces llega la entrevista y, con ella, la esperada pregunta ¿sabes trabajar en equipo? Ahora bien, ¿tenemos en cuenta cuál es nuestra definición de trabajar en equipo?.
Aterricemos este supuesto a nuestra vida cotidiana. Grupo de personas vs. Equipo de trabajo.
Hace unos meses una amiga, emprendedora, decidió, tras algunas conversaciones, realizar una formación orientada a mejorar las habilidades directivas. Era una formación A Distancia, y antes de comenzarlo tenía que responder a una serie de cuestiones sobre la dirección de personas. Trabajamos sobre cada una de las cuestiones planteadas, pero al llegar a la pregunta ¿qué es trabajar en equipo? lo tuvo claro “buscar un objetivo común”.  Entonces, ¿un grupo no tiene un objetivo común?, le pregunté. Me miró, bastante asombrada, y me dijo, ¡claro que no!.  ¿Y cuando montamos en el metro somos un grupo o un equipo?- Claramente un grupo, fue su respuesta. – ¿Y acaso no tenemos un objetivo común, el de llegar a la estación de Sol, por ejemplo?.
Trabajar en equipo es una actitud, una actitud que debe partir desde la dirección de la empresa, una actitud de aportar, de compartir valores, comprometerse, sentirse identificado. Por ello, el mejor no es siempre el más brillante, es aquel que más puede aportar al equipo para hacerlo crecer y desarrollarse al máximo,  de la forma más eficiente.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en la pequeña pantalla, en la serie House.
Las situaciones a las que debe enfrentarse este equipo de trabajo no permite más que contar con “los mejores profesionales”. Ahora bien, ¿realmente son los “mejores” aquellos que cuentan con un excelente currículum y unos conocimientos del campo médico envidiables?. En mi opinión House es, aparte de todo un reto, un líder que hace crecer constantemente a su equipo, pero sus valores, su cultura, su visión del trabajo requiere de rodearse de “los mejores profesionales” que compartan, comprendan y se alineen con sus objetivos y forma de trabajar, de otro modo, el equipo fracasará.
Multitud de procesos de selección han fracasado porque se ha buscado al mejor, pero no “al mejor”, a aquél que realmente necesitamos porque comparte los valores de nuestra organización, porque puede integrarse en nuestra cultura, diferente a la del resto de empresas, porque aporta un rol al equipo que es vital para convertirlo en equipo de alto rendimiento. Porque los equipos, para crecer, necesitan alimentarse de personas diferentes, con diferentes roles, con diferentes sentimientos y emociones que sean capaces de aportar su propia visión y de enriquecer continuamente.
Y es muy importante que tomemos conciencia de esto para hacerlo efectivo desde el mismo proceso de selección, que cuando preparemos el perfil de ese “candidato ideal” tengamos muy en cuenta cómo es nuestra organización y cómo es el equipo de trabajo al que le vamos a incorporar, de manera que, en la entrevista, busquemos en el candidato aquello que realmente haga crecer a nuestra empresa y, por supuesto, a cada una de las personas que la integran.
La importancia de la efectividad en la selección de personas es la misma que la efectividad que queremos alcanzar en nuestras organizaciones. Esta es la nota resumen de la Jornada que realizamos en el Centro de Emprendedores de Alicante, Dos Entrevistas Complejas: La Selección y La Desvinculación.
También en la selección, tener claro el rumbo y dirigir nuestros esfuerzos hacia él es la clave del éxito.
Los individuos marcan goles, pero los equipos ganan partidos.  Zig Ziglar

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